Viajes a Ribadesella
Hablar de Ribadesella es hablar de la Cueva de Tito Bustillo: el más importante yacimiento de arte paleolítico de Europa. Asturias ha sido habitada durante siglos y se le considera, especialmente a Ribadesella, una de las grandes cunas de la civilización paleolítica comparable con La Garma y El Castillo ambas en Cantabria o Les Eyzies en Francia.
La actividad humana no ha cesado en los últimos 25.000 años en este pueblo de la Costa Verde Asturiana y sigue sin cesar; ahora claro encabezada por el equipo de expertos que casi cada día hacen un hallazgo de la civilización en torno al estuario del Sella. Todos estos hallazgos se agrupan y exponen en el Centro de Arte Rupestre de Tito Bustillo, una de las citas culturales ineludibles cuando se visitan estos parajes.
La Galería de los Caballos, La Lloseta y el Camarín de las Vulvas son los tres recintos más populares en el complejo de la Cueva de Tito Bustillo. Aquí se pueden apreciar dibujos de caballos, otros animales, falos y vulvas en un alarde plástico casi sin igual. Y es que el consejo de Ribadesella tiene mucho que ofrecer, empezando por su hermosa villa.
La villa de Ribadesella se extiende franqueada por el mar y las montañas, entre acantilados que sirven de miradores naturales de la maravilla de la naturaleza. La ciudad se encuentra seccionada en dos por el río Sella, cuyas orillas están unidas por un puente. El casco histórico, en la orilla este, tiene el punto neurálgico en la Plaza Nueva un especio muy dinámico donde proliferan las sidrerías y las tiendas. En el núcleo antiguo podemos visitar edificios emblemáticos como: Casa de los Ardines, el Palacio de Prieto Cutre, actual edificio del Ayuntamiento, o la casona del Escudo, todos inmuebles que logran el título de paraje histórico artístico para la villa.
La zona peatonal que se extiende desde el Parque de la Atalaya hasta el barrio de Portiellu es núcleo de la zona portuaria y hogar del famoso Paseo de la Grúa. En este paseo no dejen de admirar los Paneles de Mingote donde el artista hace su simpático y particular resumen de la historia local.
Al final del Paseo de la Grúa está el Monte Corberu. Suba y aprovecha para trazar la ruta por el resto de la ciudad y disfrutar del paisaje. Justo al lado del Monte Corberu se levanta el Monte Mofrechu el mirador ideal sobre los famosos Pedrales de Ribadesella. Esta curiosa formación rocosa sirve de playa y a la vez de monumento a una historia jurásica remota. Aunque los Pedrales es de gran belleza, la playa por excelencia de la villa es la de la Atalaya mucho más silenciosa y tranquila que su homónima Santa Marina, también muy frecuentada. |