Viajar a Viena
Viena, conocida como una de las capitales de la cultura de Europa, es una metrópolis con un encanto, vitalidad y estilo únicos, un lugar inspirador con una excelente infraestructura y muchas atracciones turísticas.
Viena comenzó como un asentamiento celta a orillas del Danubio, y llegó a ser uno de los más importantes centros romanos de Europa.
Su estratégica ubicación a orillas del río contribuyó a que la ciudad se convirtiera en un poderoso imperio, alcanzando su máximo esplendor durante el tumultuoso y deslumbrante reinado de los Habsburgo.
A finales del siglo XIX, la edad de oro del imperio comenzó a declinar, al tiempo que los cafés de Viena se llenaron de intelectuales radicales como Freud, Klimt y Mahler.
Hoy en día, la mayoría de las atracciones turísticas están comprendidas dentro de la zona peatonal, en la parte interna de la ciudad, donde las antiguas murallas que rodeaban la zona han sido sustituidas por la Ringstrasse, una amplia carretera de circunvalación.
Más allá, en los suburbios, se encuentra el emocionante parque de diversiones Prater con su noria gigante, y el opulento palacio de verano Schonbrunn. No te pierdas un paseo por los famosos bosques de Viena, salpicados de antiguas “heuringen”(tabernas).
Aunque Viena tiene mucho que ofrecer imposible de abarcar en dos días, es la ciudad ideal para una escapada de fin de semana. Una escapada a la capital austriaca no está completa sin una noche de opera. /// Texto escrito por Alfredo. |