Saint Anton am Arlberg

Con exclusividad y deportividad certificada, entre el Arlberg y el Tirol, en el corazón de los Alpes Austriacos, se sitúa St. Anton am Arlberg ofreciendo un ski de cinco estrellas con deporte, ambiente y tradición en perfecta armonía.

Uno de los centros de esquí mas tradicionales y conocido, mundialmente famoso por su après-ski, St. Anton posee un amplio abanico de posibilidades, desde los restaurantes, cafeterías, tascas y espectáculos, hasta las excelentes noches tirolesas.

El área de esquí del Arlberg abarca Lech, Zürs, St. Anton, St. Cristoph y Stuben. Un solo forfait, el Arlberg Ski Pass, da acceso a todas ellas, y los 83 remontes de última generación dan acceso a 270Km de pistas para todos los niveles. La gran extensión esquiable, con varios macizos, valles y nieve en abundancia, así como el ambiente acogedor y la hospitalidad de los pueblos tiroleses, son los principales ingredientes de la región.

Con el pico del Valluga de 2.811m de altitud como telón de fondo y centinela de la ciudad, St. Anton am Arlberg se encuentra protegida de los vientos. Este punto inmaculado es solamente accesible por medio del teleférico Vallugabahn, encargado de llevar a los esquiadores al techo de la estación, lugar este, con uno de las mas impresionantes panorama que los alpes puedan ofrecer.

Los fuerapistas, con 170Km y un buen parque de nieve virgen, invitan a dejar alguna que otra traza. Esta zona es el punto de encuentro de los esquiadores deportivos, no solo por la inclinación de las pistas, sino también por la cantidad de nieve profunda y longitud de las mismas.

Los esquiadores de nivel medio pueden moverse por toda la estación mediante pistas alternativas, donde el grado de dificultad es mínimo. Con acceso directo desde el centro de St. Anton por medio del teleférico Galzigbahn, una opción es acercarse hasta St. Cristoph, cuyo recorrido no tiene desperdicio. El encanto del antiguo refugio de montaña, el restaurante Hospiz Alm, así como el hotel Alberg Hospiz, sorprende a todos.

En St. Antón la fiesta empieza antes de finalizar la jornada de esquí, en el local de altitud “Mooser Wirt” , un restaurante que se transforma a partir de las 4 de la tarde en “Mooser Wirt Party”, donde la música en vivo provoca una masiva concentración de esquiadores.

La escuela de esquí de St. Anton, goza de gran popularidad desde 1924, gracias a Hannes Schneider, fundador de la primera escuela de ski, quien introdujo la cuña y el ítem, además de mejorar las fijaciones. Esta escuela es una de las pioneras que destaca por su alto nivel de enseñanza.