Viajar a Lubeck
En la región más al norte de Alemania, Schleswig-Holstein, se encuentra la ciudad de Lubeck o Lubeca. Esta preciosa urbe medieval ha sido declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1987, debido a la importancia patrimonial de sus edificios construidos de ladrillo en estilo gótico. A pesar de ser totalmente destruida durante los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, Lubeck, fue reconstruida para recuperar su encanto original.
El casco histórico de la ciudad contiene un conjunto particularmente destacada de residencias patricias de los siglos XV y XVI, monumentos públicos, iglesias y almacenes de sal. Mucho tiempo atrás, Lubeck era una ciudad completamente amurallada a la que se podía acceder al interior por alguna de sus 4 puertas, de las cuales actualmente se conservan sólo dos: Holstentor y Burgtor. Esta última data de 1444 y se encuentra en el oeste de la ciudad y Holstentor, que fue construido en el 1466 y no fue terminado hasta 12 años después, en el Este.
Lubeck dominada por siete iglesias y sus esbeltas aunque bulbosas torres. La iglesia más antigua es la catedral o Lubecker Dom del siglo XIII, aunque la más famosa es la Marienkirche o iglesia de Santa María del siglo XIV. En el interior de la Marienkirche, se puede contemplar un duro recuerdo de la guerra: las campanas de la iglesia se estrellaron contra el suelo de piedra a consecuencia de un bombardeo, y los habitantes han mantenido los fragmentos justo donde cayeron, con un pequeño letrero que reza: "En señal de protesta contra la guerra y la violencia".
Además de las antes mencionadas destacan las iglesias de la iglesia de San Pedro o Petrikirche, la iglesia de St. Lawrence y su cementerio del siglo XVI, la iglesia Lübecker Jakobikirche de 1334, la iglesia de St. Aegidien.
El casco antiguo de la ciudad medieval alemana no tiene desperdicio, comenzando por el antiguo Rathaus, el monasterio de Katharineum con su iglesia de Santa Catalina, la casa de Thomas Mann y la casa de Günter Grass. Y claro no nos podemos olvidar de las seis torres de sal o Salzspeicher, donde se almacenaba la sal que venía a través de la ruta fluvial del río Trave para posteriormente ser distribuida a los países del mar báltico.
En Lübeck se halla el encantador Marionettentheater, teatro de marionetas, que merece la pena visitar. Otras visitas interesantes son: la fábrica de mazapán, famosa en todo el país y el Museo Buddenbrook – Haus.
Aunque se puede acceder fácilmente desde Hamburgo, Lubeck, se aparta de las principales rutas turísticas y puede ser una buena y tranquila alternativa frente a las masivas atracciones que ofrece el Sur. Repleta de hoteles donde alojarse por un precio módico, de playas calamadas y soledadas, de una buena variedad de restaurantes económicos, este puede ser el destino que buscas para un relajado e interesante verano. /// Texto escrito por Alfredo. |