Turismo en Ankara
El este y el oeste se funden perfectamente en Ankara, la capital de Turquía, donde los matices de la mística oriental y las antiguas civilizaciones se encuentran parcialmente escondidas entre modernos edificios de oficinas, centros comerciales y organismos gubernamentales.
Situada sobre una colina rocosa en la seca y árida región de Anatolia, esta bulliciosa ciudad puede trazar su historia hasta la edad de bronce, y ha sido escenario de acontecimientos históricos de grandes civilizaciones.
Alejandro Magno fue uno de los conquistadores que se asentó en la ciudad por un tiempo, además de los frigios, lidios, persas, griegos, romanos, gálatas y otomanos.
A diferencia de Estambul, vulnerable durante siglos a los países vecinos con aspiraciones imperialistas, Ankara se encuentra en el profundo corazón del país, protegida y aislada de huéspedes no deseados.
Fundada en 1200 AC, ganó su prominencia moderna después de haber sustituido a Estambul como capital en 1923. La ciudad fue diseñada con mentalidad europea, con parques y bulevares anchos, y el espíritu de Oriente Medio reflejado en sus sonidos, olores y vivaz actividad.
Ankara está imbuida en un espíritu de modernidad y juventud, llena de estudiantes, escuelas de idiomas, universidades, colegios y museos.
Puedes diferenciar claramente dos secciones de la ciudad. La parte antigua, Ulus, se asienta sobre dos colinas. Se caracteriza por sus calles estrechas y sinuosas, y descuidados edificios.
El nuevo distrito está compuesto por modernas construcciones y grandes avenidas bordeadas de edificios gubernamentales, mientras en los límites continúa su rápida expansión.
Una de las vistas más impresionantes es Kale (la Ciudadela), construida de una increíble variedad de columnas y bloques tomados de otros edificios antiguos.
Otros lugares dignos de visitar incluyen el bien conservado Templo de Augusto, las termas romanas de Caracalla - que fueron equipadas con calefacción central - y la mezquita de Haci Bayram – en honor al venerado derviche que está enterrado allí.
Desde el centro hacia el exterior, la ciudad se extiende en varias esplendorosas colinas, cuidadosamente planeada por Ataturk, el padre de la ciudad, tras el combate de la independencia de Turquía. No dejes de visitar su Mausoleo.
Una visita obligada es al Museo de las Civilizaciones de Anatolia, que cuenta con una selección de los mejores artefactos arqueológicos de la región.
El Cengelhan Rahmi Koc M. es un museo de la industria frente a la entrada a la Ciudadela, cerca del Museo de las Civilizaciones. Situado en la histórica Cengelhan, cuenta con una gran variedad de exposiciones sobre temas diversos como ingeniería, transporte, instrumentos científicos y mucho más.
También visitamos el Museo Etnográfico, el Museo de la Gran Asamblea Nacional - donde se reunió la asamblea que fundó la actual Turquía -, y la Columna de Julián, construida por el emperador romano que trató de revivir el paganismo.
Aparte de los sitios arqueológicos y los museos, recorrimos el Parque Kugulu, famoso por sus elegantes cisnes, y el Parque Genclik, con un bello estanque y jardín botánico.
Paradójicamente, Ankara guarda lo mejor para el final: la comida de la tarde. Por lo general comienza con un meze, compuesto por muchos pequeños platos servidos al mismo tiempo.
Luego se sirve el Ishkembe (sopa de callos) e Iskender (cordero cocinado en rodajas). Los postres son extremadamente dulces: baklava, kadayif y muhallebi.
Al final de una buena comida, nada mejor que el Kahve, un pequeño pero fuerte café. El Raki, un claro brandy de uvas de sabor anisado, similar al Ouzo griego, se bebe con la cena.
A la noche, Ankara posee una interesante oferta de salidas culturales, que van desde la ópera, el ballet y el jazz, hasta espectáculos de danza moderna.
Por supuesto, ninguna ciudad estaría completa sin las barras de los bares. Las zonas de Tunali Hilmi/Kavaklidere y Kizilay/Sakarya, son las más populares, mientras que Arjantin Caddesi Gaziosmanpasa – Ankara Soho – tiene varios cafés encantadores. /// Texto escrito por Alfredo. |
