Viajes a Wroclaw
Toda Polonia ama a Wroclaw y es fácil darse cuenta por qué. Más adaptable que Cracovia, pero con variados atributos culturales y de entretenimiento, la capital de la Baja Silesia, en Polonia, tiene un carácter especial.
Después de haber absorbido influencias de Bohemia, Austria y Prusia, la ciudad desarrolló un muy personal estilo arquitectónico y cultural, que se puede apreciar en su magnífica plaza del mercado.
La ubicación de Wroclaw, sobre el río Odra, con sus 12 islas, 130 puentes y parques costaneros, es idílica, y el bellamente conservado distrito eclesiástico es un placer para los amantes de la arquitectura gótica.
Visitar la ciudad es como retroceder en el tiempo y, al mismo tiempo, es moderna, cosmopolita y multicultural. Tiene una importante universidad, una gran variedad de restaurantes y bares, tiendas de diseño, teatro, la filarmónica e importantes eventos musicales todo el año.
El Qubus Hotel, donde nos alojamos, está ubicado en el centro, cerca de la plaza del mercado. Sus elegantes y bien equipadas habitaciones, junto con los múltiples servicios que ofrece, hicieron de nuestra estadía un verdadero deleite.
Wroclaw tiene mucho que ver, incluido su Ayuntamiento, considerado como uno de los mejores ejemplos de arquitectura gótica del centro de Europa, y el Salón Lepoldin en la Universidad, que tiene el interior barroco más grande de Polonia.
Los amantes del arte tienen para recorrer las numerosas galerías, mientras que los que quieran disfrutar de paseos al aire libre pueden hacerlo en el grandioso Parque Szczytnicki, con su espectacular Ogrod Japonski (Jardín Japonés).
Nuestro paseo comenzó en Rynek, la plaza de mercado. Si bien los lados norte y sur quedaron totalmente destruidos durante la Segunda Guerra Mundial, desde entonces se han reconstruido, ofreciendo una atractiva amalgama de estilos arquitectónicos que van del gótico al Art Nouveau.
El Ayuntamiento, del lado sur de Rynek, es un complejo tan grande que incorpora tres calles internas. La estructura principal tomó casi dos siglos en construirse, y ahora sirve como hogar del Museo de Arte Burgués, con impresionantes detalles góticos en su interior.
Ostrow Tumski, un grupo de islas en el río Oder, posee hermosas catedrales y edificios centenarios, ideales para aquellos que desean disfrutar de una velada romántica caminando a través de sus misteriosas calles empedradas. A la noche, la magia se completa con lámparas de aceite iluminando la escena.
Allí, la Catedral de San Juan Bautista es el elemento central de las islas. No dejes de admirar el pórtico de arquitectura románica y renacentista, el púlpito con tallas de Urbański, el altar alado de la Escuela Stwosz Wit, y los vitrales diseñados por Krystyna y Stanisław Pękalski.
La Iglesia de Nuestra Señora de la Arena es el principal monumento de la Isla de la Arena - Wyspa Piasek -. Casi todas las piezas fueron destruidas durante la Segunda Guerra Mundial, y el estupendo tímpano románico en el pasillo sur es el único vestigio de la iglesia original del siglo XII que una vez estuvo allí.
También visitamos el Panorama Raclawice, parte del Museo Nacional de Wroclaw, la Universidad y su Torre Matemática, el Museo de Arquitectura, el Museo Arqueológico y los Jardines Botánicos, entre otros.
Comer en Wroclaw tiende a comenzar temprano, con muchos restaurantes que abren a las 7 a.m. para el desayuno. Encontrarás las tradicionales recetas a base de carne, pescado y verduras, así como variadas muestras de cocina internacional.
Si quieres probar la verdadera cocina polaca te recomiendo el restaurante Karczma Lwowska, frente a la plaza del mercado, que sirve sus deliciosos platos en un ambiente rústico, dándole un toque original a tu almuerzo o cena.
La vida nocturna es tan variada como su gente. Desde el teatro, la ópera y la Filarmónica, a bares, discotecas y clubes nocturnos que ofrecen sonidos que van del rock al reggae, hay de todo para elegir. /// Texto escrito por Alfredo. |
