Entre
las capitales del antiguo bloque de los
países del Este, Praga es la ciudad
que da a la cultura una mayor importancia.
Los acontecimientos culturales son las principales
atracciones nocturnas de las que los checos
disfrutan: reservan su lugar con antelación
y aprovechan para vestir sus mejores galas.
Aunque el panorama ha cambiado mucho desde
1989, aún hay pocos clubes y discotecas.
Se publican dos revistas mensuales, Prague
Post y The Arts in Prague, con la cartelera
de espectáculos en inglés.
Los conciertos
tienen lugar en la sala Smetana (Nám
estí Republiky 5) o en el Rudolfinum
(plaza J. Palacha). Las iglesias tienen
una excelente acústica, con lo que
a menudo se utilizan como salas sinfónicas.
La sesión musical va desde septiembre
hasta final de junio.
El Mayo
Musical, con las mejores representaciones,
se viene organi-zando desde 1946. Las entradas
se pueden conseguir en las oficinas del
Cedok.
En el Teatro
Nacional (Národní 2),
bello ejemplo del siglo XIX, y en la Ópera
del Estado de Praga, construido por la antigua
comunidad alemana de la ciudad, se representan
óperas nacionales y extranjeras.
En el T´yl se estrenó el Don
Juan de Mozart en 1787.
Acudir a un café
es otra de las posibilidades con más
aceptación.
El espectáculo
más famoso e interesante es
la Laterna Magika, un original compendio
de danza, mimo, música y sofisticadas
técnicas cinematográficas.
Tanto o más famoso es el Teatro Negro,
un espectáculo con efectos e ilusiones
luminosas sorprendente.
El Jazz
Club Reduta (Národní
20) tiene un extenso programa de jazz que
cambia a diario a partir de las 21.30 h.
Cierra tarde. Es el más conocido
de la ciudad.
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alojamiento en Praga
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