Roma: ruta para 48 horas en la "ciudad eterna"
A riesgo de sonar a cliché, comenzaré diciendo que esta es, sin duda, una de las ciudades más interesantes de Europa. Si están interesados en profundizar su conocimiento sobre Roma, pueden acceder a Que ver en Roma.
Con la inmensa cantidad de lugares para visitar y los complicados horarios, resulta engorroso organizar una ruta para sacar los mejor del tiempo y el dinero durante un fin de semana largo en Roma. Yo creo fervientemente que esta ciudad debe ser visitada al menos dos o tres veces en la vida, porque cada vez que la visito encuentro algo diferente. Sin embargo, puede resultar una ciudad frustrante para los que la visitan por primera vez. Así pues, aquí les va mi recorrido para primerizos.
Si llegan por la tarde o casi de noche, después de descargar el equipaje en el Hotel de Roma, no se dedique a dormir!… aproveche la noche de Roma le sorprenderá! La zona de la Piazza Navona es la ideal para introducirse en el ambiente romano. Los cafés de esta famosa plaza, especialmente el Antico Caffé della Pace, son famosos por sus platos de antipastos y sus cappuccinos –algo caros eso sí, por tratarse de un lugar muy turístico-.
Ya que se encuentra en la Plaza Navona, no deje de disfrutar de la fachada de la iglesia de Sant'Agnese in Agone y la Fuente de los Cuatro Ríos. Estas dos maravillas de las arquitectura son la representación en mármol y piedra de la batalla entre los dos maestros del barroco Bernini y Borromini.
Comience su primer día en Roma muy temprano para no permitir que las largas colas de turistas arruinen su viaje. El centro de Roma es la Plaza Venecia y desde aquí saldrá la ruta que hoy haremos. Esta rocambolesca y transitada plaza fue la sede del gobierno fascista. Ahora, aquí se encuentra el museo de la ciudad de Roma. Eludiremos este museo y nos dirigiremos al Coliseo.
El gigantesco anfiteatro encargado por Vespasiano en el 72 d.C. es el símbolo de la ciudad. Resulta realmente interesante acercarse a la mole de mármol a través de la vía de los foros imperiales. Además de disfrutar del Coliseo, no deje de admirar a ambos lados las ruinas de los famosos foros construidos por los Césares antes del incendio que asoló la ciudad. A la derecha encontrará el Foro Trajano y la columna Trajana junto a la iglesia de Nuestra Señora de los Foros. A la izquierda el Foro Romano, el Foro Palatino y el Domus Aurea, preste especial atención a Basílica Lulia, la primera de todas las que se construyeron en Roma.
Una vez en el Coliseo les recomendamos que no entren, no rompa el espejismo que tiene del buen estado exterior del monumento… dentro es una completa decepción! Tampoco les recomendamos que entren en los foros, al menos que tengan un interés especial por las ruinas, es muy aburrido y requiere demasiada imaginación. Antes de abandonar la zona, visite el Arco de Séptimo Severo y las ruinas -gratuitas- de las antiguas murallas de Roma.
Suban la cuesta del Campidoglio, hasta la plaza del mismo nombre diseñada por Miguel Ángel y considerada una de las mejores obras urbanas de todos los tiempos. Si puede, realice una corta visita a la iglesia de Santa María Aracoeli donde hay varias reliquias religiosas importantes.
Baje de nuevo pase delante por del Teatro di Marcelo, otro auditorio de la época romana, nuestra siguiente parada es la Iglesia del Gesu con su hermosa cúpula con frescos de Della Porta.
Estamos entrando en la Roma del Barroco, pero antes haremos una última parada en el pasado, la Plaza de la Rotonda y el Panteón. No deje de entrar en el monumento más representativo del Imperio Romano. Camino de la Piazza Navona puede visitar las iglesias: Santa María sopra Minerva, San'Ivo alla Sapienza, San Luigi dei Frances y Santa María della Pace.
Si aún conserva sus fuerzas por la noche puede disfrutar de los locales nocturnos y restaurantes de la Plaza del Trastevere. Para bajar una suculenta cena nada como una fresca y larga caminata, desde Trastevere, bajando hasta el famoso río Tiber. Tendréis frente a vosotros la famoso Isola Tiberina, parte importante de la novela “Ángeles y Demonio” de Dan Brown. Bajando en sentido del Vaticano, desde el puente de Sixto, podrá disfrutar de la Santa Sede en la distancia y completamente iluminada. Justo a su derecha está el Castelo San Angelo, la famosa prisión de los Papas.
El día siguiente, es el día de las decisiones, las opciones son: la Villa Borghese o el Vaticano. Los menos religiosos tal vez prefieran alquilar una bicicleta para recorrer el inmenso parque que conforman los jardines de la villa junto con los museos que allí se encuentran.
Los más religiosos y los interesados en el arte antiguo que opten por ir al Vaticano. Les recomiendo madrugar, para hacer las inmensas colas que permiteningresar a los Museos Vaticanos. Si lo que desean es únicamente entrar en la Basílica de San Pedro, no hay colas pero si código de vestimenta, recuerden deben ir con las piernas cubiertas y los brazos cubiertos. Si deciden visitar solo la basílica, tomen el metro y aprovechen el mediodía para conocer la Villa Borghese.
Una mañana en el Vaticano es poco, pero hay que recordar que Roma tiene tanto que visitar que probablemente tendremos que volver. Por la tarde tome el metro hasta la parada “Barberini – Fontana di Trevi”. Una vez allí puede visitar las iglesias de Santa Maria della Vittoria, San Carlo alle Quattro Fontane y Santa Maria Maggiore, el Palacio Barberini y el Teatro de la Opera.
Por supuesto, no deje de parar para tomarse una foto en la concurrida Fontana de Trevi y pedir sus respectivos tres deseos -recuerde el primero por el amor, el segundo por la salud y el tercero para volver a Roma. A estas alturas espero que haya comprendido que tiene que regresar.
Tomaremos la vía Gregoriana hasta la famosa Plaza de Spagna donde les recomiendo tomar un descanso en el místico Café Greco. Suba las escaleras camino de la Piazza del Popolo por la vía Babuino. Aquí, disfrute de las iglesias gemelas y el magnífico espacio urbano. A la derecha hay unas escaleras conocidas como la subida del Pincio.
El Pincio, es el principal parque de la ciudad y uno de los mejores miradores de Roma. No deje de subir para admirar la ciudad eterna en su último día desde las alturas. En el mirador hay carritos donde se puede comer los famosos gelatos italianos mientras se disfruta de la vista. /// Texto escrito por Alfredo.
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