Viajar a Rennes
Después de que la región de Bretaña se unió a Francia en 1532, la ciudad de Rennes se convirtió en su capital, y así ha permanecido desde entonces.
La ciudad posee un importante y bien conservado patrimonio histórico y cultural que ha sido testigo de mucha gloria en el pasado.
La mayoría de los sitios históricos se concentran en la zona conocida como Les Lices, aunque este hecho tiene una explicación lamentable. Cuando en 1720 un carpintero borracho causó un devastador incendio que consumió la mayor parte de la ciudad, por casualidad la zona de Les Lices se conservó intacta.
Por suerte para Rennes, más tarde fue restaurada por arquitectos parisinos. Como resultado, la parte norte cuenta con espléndidos edificios del siglo XVIII y elegantes plazas y calles junto a ellos.
Hoy en día, la ciudad de Rennes es alegre y divertida. Hay tres museos importantes que no puedes dejar de ver: el Museo de Bellas Artes, el Ecomusee du Pays de Rennes y el Museo de Bretaña.
Gracias a la universidad local, la vida nocturna es vibrante y entretenida, con muchos clubes, bares y pubs abiertos hasta temprano en la mañana.
Para los amantes de la diversión, las calles de Saint-Malo y St. Michel concentran la mayor cantidad de lugares de entretenimiento, mientras que si eres un sibarita, en St. Georges encontrarás excelentes restaurantes cuya cocina local e internacional te sorprenderá por su maestría gastronómica. /// Texto escrito por Alfredo. |
