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Que ver en el Languedoc Roussillon


Beziers, Francia
 
 
 
  • Los Castillos y Abadías de los Países Cataros
  • La Catedral de Narbona
  • La Ciudadela de Perpignan
  • El Canal du Midi y el Canal de Robina
  • Estaciones Termales del Alto Valle del Aude
 

Viajes a Languedoc - Roussillon: Carcassonne, Narbona y Perpiñán.

Inmediata – mente Francia

Supongo que la pregunta es porque Inmediata-mente Francia, por dos razones la primera justo al llegar de nuestro último viaje a Estados Unidos en busca de información nos dirigimos aquí y la segunda es que de esta parte de Francia de la que les hablaré es la más inmediata a España. A veces es increíble lo cerca que está Francia de España y lo poco que conocemos de esta país.

Una vez cruzamos la frontera por el paso de la Junquera, a tan solo 30 Km., encontramos la pintoresca Perpiñán. Durante siglos esta ciudad ha sido objeto de rivalidades entre Francia y España. Fue la capital del Rosellón y del Reino de Mallorca, además de ser la sala de cine X de los españoles en la época de la represión.

El centro histórico, de Perpiñán, es la ciudadela. Aquí se ubican los principales monumentos, iglesias y museos de la ciudad. Un edificio destaca por su elegancia dentro de los muros de la ciudadela, el Palacio de los Reyes de Mallorca, testigo del pasado espléndido de la ciudad como capital del reino. Llaman la atención de la fachada las ventanas geminadas y en el interior: el patio de honor, la capilla y la Gran Sala de Mallorca.

En pleno casco antiguo, una bonita construcción, en estilo gótico, da nombre a una plaza, es el edificio de la Lonja o Loge que cumplía funciones de Bolsa y Consulado del Mar. Muy cerca el Hotel de Ville, construido entre los siglos XIII y XVII luce un su patio la magnífica escultura de Mallol: “Mediterráneo”. La catedral de Saint Jean enseña orgullosa sus lujosos retablos y la Capilla du Christ expone el milagroso “Cristo Devoto”; ambos puntos de encuentro de turistas y creyentes y dos de los más hermosos edificios de Perpiñán.

Treinta kilómetros después, la próxima Francia guardaba un secreto. Hemos llegado al por muchos años cotizado “País de los Cataros”. El catarismo surge en la edad media, en la zona de Occitania (actual sur de Francia), como una manera de entender la palabra de Cristo y de practicar la fe católica.

Uno de los puntos centrales del propósito de vida cátara era el rechazo total de la violencia, de la mentira, y del juramento. Los cátaros se mostraron a las poblaciones cristianas con unos predicadores itinerantes y pobres individualmente de la Palabra de Dios. El catarismo despertó gran simpatía entre las clases altas educadas de Occitania, que no apoyaban el brazo injusto del vaticano. El nombre de cátaros del griego "puro" lo recibieron de los católicos, pues ellos mismos se hacían llamar cristianos o buenos hombres.

En la actualidad la Asociación Sites du Pays Cathare y el Programa Pays Cathare, realizan una ardua labor en la difusión de la herencia de los cátaros. La Asociación de los Monumentos Cátaros está formada por los propietarios de 18 monumentos con una oferta cultural interesantísima. Aquí terminamos nuestro viaje realizando una ruta por el patrimonio del catarismo en la antigua Occitania.

A solo 63 Km. de Perpiñán encontramos Narbona o Narbonne con su imponente catedral una de las más famosas del barroco, eso si inconclusa. Aunque el centro de Narbona es precioso dejaremos la visita cultural para después de comer. Ahora derechitos a la Abadía de Fotfreda o Fontfroide a 14 Km. al Suroeste de Narbona, donde podremos apreciar cómo era la austera vida cátara. Esta Abadía cistercienses es una de las más grandes de Europa milagrosamente preservada y que fue uno de los bastiones más activos durante la cruzada contra los albigenses o cátaros. Cuando la visiten tomen un instante para apreciar su hermoso claustro y la iglesia.

Por la tarde la ineludible visita al casco antiguo de Narbona, comenzando por la Place de l'Hôtel de Ville o Plaza del Ayuntamiento. Aquí podemos visitar: el Palacio Viejo, el Palacio de los Arzobispos, la Catedral, el Museo Arqueológico, el Palacio Nuevo, el Museo de Arte y de Historia, el Barrio del Burgo y la Basílica de Saint-Paul. La comida en Narbona es estupenda y muy variada, les recomendamos prueben la especialidad de la zona en Pato. Para completar la visita un paseo al atardecer por el Canal de Robina y un café bajo la sombra en una de las tranquilas plazas de la ciudad.

Al día siguiente nos esperaban más sorpresas por el país de los cataros. Nos dirigimos a Lézignan-Corbières y de allí a Lagrasse. Esta última población visitaremos la Abadía de Lagrasse fundada por Carlo Magno. Esta poderosa e influyente abadía benedictina dio pie al desarrollo de una floreciente ciudad en la ribera opuesta del Orbieu, que hoy está considerada como uno de “los pueblos más bellos de Francia”. Lagrasse fue en la Edad Media, la más célebre y poderosa abadía del condado de Tolosa, actual Toulouse. El pueblo conserva gran parte de sus fortificaciones de "bastida": torre, muralla y puerta. Un puente del siglo XII pasa por encima del Orbieu uniendo la ciudad y la abadía de gres rosa.

Después de una corta parada y visita a Lagrasse partimos Villerouge – Termenès. Este pueblo medieval entró en la historia del catarismo porque Guillaume Belibasta, último perfecto de Occitania, fue quemado en el patio de su castillo el 24 de agosto de 1321. En el interior del castillo y mediante un audiovisual se nos muestra una reconstrucción de la vida durante la Edad Media y una aproximación al catarismo.

De Villerouge – Termenès a Termes donde podremos visitar los vestigios del inexpugnable Château de Termes. A finales de julio de 1210, poco después de la caída de Menerba, el ejército de los cruzados se dirigió frente a Termas, donde tras un largo asedio de cuatro meses, consiguieron conquistar esta importante plaza fuerte. Después de aparcar el coche en el pequeño pueblo situado en el fondo del valle y naturalmente tras una ascensión de media hora, llegaremos hasta el pie de las murallas.

Regresamos a la carretera y 40 min. después estamos en Cucugnan, donde visitaremos el Castillo de Quéribus, último bastión de la residencia cátara. Aunque lo dejamos atrás ahora de regreso pararemos en el Castillo de Peyrepertuse, asentado en lo alto de una cresta calcárea que culmina a 800 metros de altitud; considerada una de las fortalezas más impresionantes del suroeste de Francia.

Por la D-14 hasta la D-613 y 30 min. después llegaremos a Arqués, un pueblo encaramado que Simón de Montfort consiguió tomar sin ninguna resistencia. Aquí aun se conservan restos de fortificaciones, aunque lo mejor de la fortaleza es la magnífica panorámica. En el Castillo de Arques se puede visitar una exposición de sobre el catarismo.

Se nos hizo muy tarde así que pernoctamos en Couiza un encantador pueblito que no tuvo nada que ver con los cátaros. A la mañana siguiente tomamos carretera con dirección a St-Hilari. Aquí visitaremos la abadía benedictina del mismo nombre, fortificada en el siglo XII. No dejen de visitar el sepulcro de San Sermín, el claustro gótico y la nave gótica.

A unos 15 Km. llegamos al plato fuerte del día la ciudad de Carcassonne, con su preciosa y bulliciosa ciudadela. Una vez franqueadas las defensas de la temible puerta narbonesa, se entra en la ciudad cuyas calles rebosantes de vida, nos recuerdan momentos gloriosos de otra época. Podemos aprovechar la posibilidad que ofrece el patronato de turismo, para realizar una visita guiada a la cité, que constituye uno de los mayores conjuntos medievales del mundo. En el corazón de la Ciudadela Medieval o La Cité, se hallan el Castillo Condal protegido por su foso y la catedral con sus bonitos retablos. Si van a Carcassone no dejen de enterarse porque la ciudad tiene este nombre y de probar el plato típico: Cassoulet, consta de un potaje preparado con confí de pato y salchichas.

Pernocten en Cascassone hay varias posibilidades interesantes, entre ella es Hotel Club du Soleil Le Terminus. Un hotel enorme y maravilloso, con una decoración deliciosa que le ha valido ser el escenario de algunas películas, la escalera principal y el vestíbulo de estilo modernista son toda una pasada.

El día siguiente regresamos nuestro recorrido por los castillos y abadías cataras. Desde Caracassonne iremos en dirección a Mazamet para visitar las Fortalezas de Lastours y de Saissac. Lastours, antiguamente conocido como Lastors-Cabares, fue indudablemente uno de los más importantes lugares de desarrollo de la iglesia cátara. Hacia comienzos del siglo XIII, este emplazamiento formado por los castillos y el pueblo que se habían agrupado sobre la cresta que dominaba Orbiel, era una poderosa señoría, próspera, bastante poblada y centro de difusión del catarismo. Actualmente se pueden visitar las ruinas del Château de Cabares. También en la misma zona se pueden visitar las fortalezas de Tor Regina o Torre Regina, Flor Espina o Surdespine y Quertinhós o Quertinheux.

Para los amantes de la naturaleza este día del viaje es la parte más esperada. La famosa y temeraria Montaña Negra, nos saluda. Si les gusta conducir y no les dan miedo las carreteras estrechas y con muchas curvas, podrán continuar, por la D-620, hacia el norte de la Montaña Negra, atravesando el Parque Natural del Alto Languedoc, hasta Sant Ponç. El espectáculo natural es formidable, disfrute del silencio y la calma del entorno. Si desean pueden alojarse en la zona y conocer las Gargantas y Cañones que hay por todo el parque. También merecida es la visita a los Balcones del Diablo y la Gruta de Limousis, dos formaciones rocosas parte del patrimonio natural de Francia.

Cuando vengan de regreso hacia Narbonne, no dejen de visitar Menebra o Minervois. Donde podrán visitar la abadía de Minervois la única con una cripta abierta al público. Es famosa por su presbiterio, florón del primer arte románico meridional y por su mármol. El bonito pueblo-fortaleza de Menebra es parte interesante de la historia cátara.

Para terminar el viaje no podemos dejar de visitar la colosal obra de Pierre-Paul Riquet: el Canal du Midi. Una vía navegable que une el Atlántico con el Mediterráneo cruzando el Aude de Este a Oeste, a lo largo de 240 Km. El Canal du Midi es una sofisticada obra con mecanismos en términos de control hidráulico y obras de fábrica del siglo XVII que prácticamente no ha sido modificada y que actualmente es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En el canal du Midí se puede remar o pasear por senderos sombreados por árboles tricentenarios.

La oferta de la zona es muy variada para los que no estén interesados en los cátaros o el arte la próxima Francia tiene para todos los gustos. En la pequeña ciudad de Sigean se encuentra el Safari Park; una reserva africana con más de 3500 animales. Para los amantes de los balnearios pueden recrearse en las instalaciones de las estaciones termales del Alto Valle del Aude. Y finalmente no debemos olvidar las posibilidades que nos brindan los Pirineos Franceses en materia de esquí, durante la temporada invernal.

Estimados viajeros si pueden y gustan aproxímense a la vecina Francia, hay mucho para disfrutar a pocos kilómetros de casa. /// Texto escrito por Alfredo.


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